12 agosto, 2025

PPWR y materiales plásticos: hoja de ruta técnica hacia un packaging sostenible y acreditado

La cuenta atrás ha comenzado: un año para el cumplimiento obligatorio del PPWR

Hoy comienza la cuenta atrás: queda exactamente un año para que el Reglamento 2025/40 de Envases y Residuos de Envases (PPWR) sea de aplicación obligatoria en toda la Unión Europea. El reglamento, aprobado el 19 de diciembre de 2024 y en vigor desde el 11 de febrero de 2025, empezará a exigirse de forma plena el 12 de agosto de 2026.

Esto significa que queda exactamente un año para que las empresas acrediten que sus envases cumplen con los requisitos de prevención, reutilización, reciclabilidad, compostabilidad y contenido reciclado.

El PPWR establece un marco mucho más exigente en varios aspectos que el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases y amplía las directrices de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular. Su objetivo es claro: transformar la forma en que diseñamos, fabricamos y gestionamos los envases, impulsando una transición hacia la circularidad real.

Objetivos del Reglamento Europeo de Envases 2025/40

El PPWR se articula en torno a cinco ejes fundamentales: prevención, reutilización, reciclabilidad, compostabilidad y contenido reciclado. Estos principios se concretan en metas y restricciones que marcarán la agenda de la industria del packaging en la próxima década.

Reducción progresiva de envases

Para 2030 deberá alcanzarse una reducción del 5% del volumen de envases, que se ampliará al 10% en 2035 y al 15% en 2040 (respecto a 2018). Además, cada envase deberá limitarse a su tamaño mínimo funcional y los envases colectivos, de transporte y de comercio electrónico no podrán superar un 50% de espacio vacío.

Reutilización en bebidas, transporte y e-commerce

Los envases de bebidas deberán ser reutilizables en un 10% en 2030 y en un 40% en 2040 (con excepciones para vino, espirituosos, leche y otros productos específicos). En paralelo, los envases terciarios deberán llegar al 40% en 2030 y al 70% en 2040, mientras que las cajas de agrupación deberán alcanzar un 25% en 2040.

El reglamento también obliga a que restaurantes, cafeterías y negocios de comida para llevar acepten recipientes propios de los consumidores, y a que los distribuidores finales ofrezcan al menos un 10% de sus productos en formato reutilizable en 2030.

Consulta con nuestros técnicos expertos

Reciclabilidad: envases preparados para un segundo ciclo de vida

El PPWR fija dos etapas claras: en 2030, todos los envases deberán ser reciclables por diseño, lo que implica que puedan separarse fácilmente, prioricen estructuras monomateriales y eviten aditivos que bloqueen su valorización. Posteriormente, a partir de 2035, solo se considerarán reciclables aquellos envases que, además, puedan reciclarse de forma efectiva y a gran escala en las infraestructuras disponibles en la Unión Europea.

¿Qué significa esto en la práctica? Para la industria, supone relegar en cierta medida las estructuras multicapa, e hoy dominan muchas aplicaciones y son más difíciles de recuperar, y apostar por  monomateriales en todo tipo de estructuras—desde bandejas termoformadas hasta films flexibles. En la práctica, esto significa apostar por envases más simples, con menos tintas y aditivos, y eliminando componentes que bloqueen su valorización.

Compostabilidad: aplicación en casos específicos

El reglamento también prevé la compostabilidad industrial como alternativa para determinados usos donde el reciclaje no resulta eficaz. Hablamos, por ejemplo, de cápsulas de café, bolsas muy ligeras o envases de frutas y verduras que generan residuos orgánicos. En estos casos, la norma exige cumplir con las certificaciones europeas (EN 13432 y EN 14995) y dejar claro al consumidor que se trata de compostabilidad en instalaciones industriales, no en el ámbito doméstico.

Contenido reciclado: objetivos cuantificados

Uno de los puntos más ambiciosos del Reglamento Europeo de Envases es la introducción de porcentajes mínimos obligatorios de contenido reciclado en envases plásticos, que se aplicarán a partir del 1 de enero de 2030 y aumentarán en 2040. Los objetivos son los siguientes:

  • 2030

    • 30 % en envases sensibles al contacto fabricados principalmente en PET (excepto botellas desechables).

    • 10 % en envases sensibles al contacto de otros plásticos (no PET).

    • 30 % en botellas plásticas desechables.

    • 35 % en otros envases plásticos.

  • 2040

    • 50 % en envases PET sensibles al contacto.

    • 25 % en envases de otros plásticos sensibles al contacto.

    • 65 % en botellas plásticas desechables y en otros envases plásticos.

Para garantizar su cumplimiento, la Comisión Europea establecerá antes de finales de 2026 la metodología de cálculo y verificación de estos porcentajes. Las empresas deberán asegurar trazabilidad y certificación de origen en sus materiales reciclados, lo que convierte el aprovisionamiento estable de polímeros posconsumo en un reto estratégico clave para toda la cadena de valor.

Prohibiciones y restricciones

El reglamento europeo de envases incluye la prohibición de sustancias perfluoroalquiladas (PFAS) por encima de determinados umbrales en envases en contacto con alimentos: 25 ppb para un PFAS individual no polimérico, 250 ppb para la suma de PFAS no poliméricos y 50 ppm para el total de PFAS, incluidos los poliméricos.

Además, a partir de 2030 quedarán prohibidos los envases de un solo uso para frutas y verduras frescas sin procesar en envases de menos de 1,5 kg, así como los envases y recipientes para alimentos y bebidas consumidos en cafeterías y restaurantes, las porciones individuales, los envases pequeños de productos de higiene personal y las bolsas de plástico muy ligeras.

Responsabilidades de proveedores, importadores y distribuidores

El PPWR refuerza la trazabilidad en la cadena de suministro: los proveedores deben aportar información técnica sobre conformidad, los importadores asegurar que los productos cumplen los requisitos y los distribuidores verificar que los envases están correctamente marcados y que los productores están dados de alta en el registro correspondiente.

Estas obligaciones complementan el marco de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), que ya exige a los fabricantes hacerse cargo de la gestión de los envases una vez que se convierten en residuos. El PPWR amplía esta responsabilidad al implicar a todos los actores implicados en la cadena logística. Si deseas profundizar en esta extensión normativa, puedes consultar nuestro artículo sobre RAP en envases industriales aquí.

Impacto del PPWR en bioplásticos, compostables y biodegradables

El Reglamento Europeo de Envases y Residuos de Envases tendrá un impacto directo en el desarrollo y aplicación de materiales como bioplásticos, compostables y biodegradables. Los bioplásticos de origen renovable serán promovidos siempre que no compitan con la producción de alimentos ni provoquen deforestación, favoreciendo su uso en aplicaciones con beneficios ambientales claros.

Ver nuestros materiales sostenibles

Los plásticos compostables deberán cumplir criterios estrictos y descomponerse completamente en condiciones de compostaje industrial. Además, el PPWR dedica un artículo específico a este tema, estableciendo un plazo de 24 meses tras su entrada en vigor para que productos como las cápsulas de café en papel filtro, las etiquetas adhesivas en frutas y hortalizas y las bolsas de plástico muy ligeras sean compostables en condiciones industriales.

En cuanto a los plásticos biodegradables, el reglamento restringirá su uso. Solo estarán permitidos los certificados que garanticen una degradación completa en entornos específicos —como el suelo o el agua marina— sin inducir al consumidor a error ni dejar residuos nocivos en el medio ambiente.

Además, el PPWR impulsa el uso de metodologías de análisis de ciclo de vida (ACV) para evaluar de manera objetiva el impacto de los distintos materiales, considerando factores como el consumo de recursos, las emisiones de gases de efecto invernadero, la biodegradabilidad real y la compostabilidad.

Materiales plásticos que ya permiten adaptarse al PPWR

La transición no es teórica: existen ya materiales poliméricos capaces de responder a las exigencias del PPWR. En Guztec Polymers ponemos a disposición de los fabricantes soluciones acreditables y listas para su aplicación en envases reales:

  • Poliolefinas biobasadas de SABIC, Carmel Olefins y Hanwha-Total, procedentes de aceites vegetales y usados, aptas para packaging rígido y alimentario.
  • Poliolefinas recicladas de Carmel Olefins, con certificación RecyClass y disponibles para extrusión e inyección (LD5201E, HD5102B, PPHM5001G).
  • Poliestirenos reciclados y biobasados de INEOS Styrolution ECO, como PS ECO 150 MR100, GPPS BC100 y HIPS BC90.
  • Masterbatches funcionales de Ampacet, que facilitan la separación óptica, mejoran el tono del rPET, reducen acetaldehídos y permiten producir BOPE monomaterial 100% PE.
  • ABS reciclado premium de Avient (Gravi-Tech™ REC), con acabado metálico para cosmética y perfumería.
  • Polipropilenos de alto índice de fluidez de Carmel Olefins y Hanwha-Total, que facilitan el aligeramiento de envases como estrategia de ecodiseño.

    Descubre el portfolio completo de Guztec en esta ponencia en ITENE

La hoja de ruta para cumplir el PPWR

El calendario es claro: el 12 de agosto de 2026 el PPWR será plenamente aplicable. Las empresas deben actuar desde hoy para no quedarse atrás. La hoja de ruta pasa por tres pasos: analizar el punto de partida de los envases actuales, seleccionar materiales que garanticen la circularidad y acreditar el cumplimiento.

En Guztec Polymers ayudamos a la industria a transformar la normativa en una oportunidad, con materiales técnicos que ya cumplen y que permiten a los fabricantes adelantarse a los requisitos regulatorios.

Contáctanos para adaptar tu packaging al PPWR